lunes, 16 de junio de 2014


Para llegar a entender como es o que es un skate no es necesario remitirse a una ciudad, comunidad o región en particular para poder ver como son. No es más que llegues al lugar indicado para poder conocer un poco la vida de uno de estos personajes y darse cuenta que todos son iguales o por lo menos lo que los identifica como un skater.
Me fui a la pista de skate de Medellín, ubicada en el complejo de cancha del estadio Atanasio Girardot, y lo primero que se ve es a los muchachos montando patineta. Esto ocurre todos los días a las horas de la tarde, porque aunque no lo crean muchos de ellos estudian.

Hablemos un poco de la vida de estos personajes y el ambiente que se vive en este mundo. El ambiente en este lugar es pesado para aquel que no esta acostumbrado a sentir al lado el olor a marihuana y la cantidad de gente loca que se encuentra alrededor (gente loca, coleto). Aunque este deporte es nuevo, por decirlo así, para Colombia hay muchas personas que lo practican y no sólo hombres también encontramos mujeres y niños practicando este deporte extremo. Este es otro problema que tiene los skater en Medellín, por su forma de vestir y el estilo de música que escuchan la gente los trata de locos y los rechaza. Lo que pasa es que el estilo de vida de un skate es descomplicado y de ropa muy ancha (pantalonetas largas, jeans caídos, zapatos de patinetas entre otros accesorios) y dependiendo del estilo de música que escuchen, en este caso punk o rock, viste de acuerdo al este (si es punkero, jeans tubo y cadena colgada de la cadera y si es rock uñas pintadas de negro, sombras en los ojos), frecuentan lugares donde se escuchen su clase de música.



La historia del skate en el Valle de Aburrá se cuenta como una de esas anécdotas del underground que ya no se sabe quién la narró primero pero todos la conocen y repiten con algunas variaciones cuando se reúnen a montar, y que comienza como: “Un amigo conocía a alguien que tenía la posibilidad de traer las tablas desde la USA. Luego una señora o señor comenzó a traer mercancía y las vendía en el garaje de su casa a puerta cerrada...”.
Los primeros en llegar se las llevaban todas. A medida que crecía el rumor más jóvenes preguntaban y guardaban sus ahorros para comprarse una patineta. Pero muchos salían sin una tabla en sus manos porque otros ya se las habían llevado o reservado. A partir de ese momento surge la primera edad del skate en el Valle de Aburrá. Una época a la que todos llaman “la vieja escuela” porque fueron los primeros que se vieron rodando, saltando, cayendo y haciendo trucos en las calles de la ciudad.


La segunda edad del skate está marcada por otras tendencias urbanas que tienen relación con la música y el estilo de vida. En ella, se presentaron encuentros y discusiones desde los expertos y los novatos. Divisiones entre skaters raperos, punkeros, metaleros y los que no se definieron como pertenecientes a un grupo. Luego, la falta de espacios para montar y los constantes regaños de los policías y vigilantes del espacio público y privado en la ciudad provocaron una unión entre los skaters, a pesar de las diferencias. La pelea por la construcción de skateparks con rampas, muros, piscinas y tubos se logró en gran medida por la movilización de quienes montaban. Esta unión entre la vieja escuela, la nueva y los que comienzan a aprender, dan inicio a la tercera edad que se podría denominar como una etapa de amistad, mucho más afianzada, en el skateboarding del Valle del Aburrá. Un momento para participar y compartir en campeonatos, retos, recorridos, viajes, mañanas, tardes y noches montando.
Actualmente se celebra cada 21 de junio, el día internacional del skateboard, en donde los que practican este deporte, salen a rodar por las calles de la ciudad de Medellin, realizan trucos y participan por premios.



Si quieres estar mas enterado sobre eventos, promociones en productos, actividades, o simplemente saber e informarte mas sobre el tema, puedes visitar los siguientes enlaces:

  
http://www.skatecol.com/
 http://www.viveskateboarding.com/